Colombia, febrero de 2014
Señor Comandante
Nicolás Rodríguez Bautista
Comando Central ELN
Reciba nuestro cordial saludo
Bajo la premisa de que existe de su parte un interés auténtico por la paz en nuestro país, como “urgencia nacional y sueño de todos los colombianos”, respondemos a su comunicación del pasado 3 de febrero.
Coincidimos en que “el año 2014 debe ser definitivo para la paz”. En ese sentido, aspiramos a que las negociaciones adelantadas en La Habana -entre el Gobierno Nacional y las FARC-, culminen en un acuerdo satisfactorio próximamente. Estimamos, como lo cree la inmensa mayoría del país, que el conflicto armado interno debe finalizar ya. Su continuidad prolonga innecesariamente el sufrimiento de la población y hace más difícil la aclimatación de pautas dignas y democráticas de convivencia.
Consideramos necesario que se abran negociaciones entre el Gobierno y el ELN. Estamos persuadidos de que el buen éxito de las mismas depende de Ustedes, de su decisión, lo cual quisiéramos ver reflejado en gestos convincentes frente a la sociedad, en relación con su voluntad real de poner fin al uso de las armas en búsqueda de transformaciones económicas, sociales y políticas profundas.
Aunque evidentes signos de crisis en diversos ámbitos de la vida nacional muestran la urgente necesidad de nuevos diseños institucionales, persisten referentes institucionales y políticos, establecidos en 1991, que contribuyen a facilitar el camino para el fortalecimiento del Estado Social y Democrático de Derecho, los cuales no han perdido vigencia, no obstante el prolongado ejercicio de un régimen político y de formas de poder que pretenden alejar a Colombia de ese camino. Nuevos movimientos sociales, nuevas formas de expresión pacífica, multitudinarias, como las de los indígenas, campesinos, estudiantes, mujeres, etc., ganan presencia en el espectro político latinoamericano y mundial. Estamos ante una oportunidad difícilmente repetible de encontrar la salida política al conflicto armado. Frente a un pasado de lucha y experiencia insurgente llegó la hora de la participación política abierta, movilizadora y eficaz.
Nada contribuiría más a incrementar la confianza en la genuina voluntad de paz expresada por ustedes que un proceso de posconflicto antecedido por una rendición de cuentas frente a las víctimas en términos de verdad, justicia y reparación. Además, facilitaría la creación de condiciones para que las gentes a quienes la violencia les arrebató sus tierras, puedan retornar con garantías y, efectivamente, recibirlas. Es necesario que dicho proceso avance sin que sigan abatiéndose las vidas de sus dirigentes. De la misma manera se requiere crear los espacios que hagan posible la participación política y social de quienes han estado comprometidos en la insurgencia y garantizar la existencia y desarrollo de nuevos partidos y movimientos políticos y sociales y se avance en las transformaciones económicas y sociopolíticas orientadas a superar las actuales condiciones de injusticia e inequidad.
Aceptamos, entonces, su invitación a intercambiar opiniones de cara a la sociedad colombiana, para construir con todas y todos a la anhelada paz, con el propósito común de reconstruir el tejido humano de nuestra sociedad y transformar a Colombia en una gran nación.
Firman:
María Elvira Samper María Jimena Duzán Socorro Ramírez William Ospina Gabriel Izquierdo SJ Medófilo Medina Marco Palacios Daniel Samper Adolfo Atehortúa Rodrígo Uprimny Hernando Gómez B Alejo Vargas Daniel Pecaut Francisco Leal B Eduardo Sarmiento Leopoldo Múnera Marco Romero S Alfredo Molano B Luís Jorge Garay |
Rocío LondoñoPatricia Ariza Mauricio Archila Alfredo Gómez Muller Fernán González Libardo Sarmiento A Gonzalo Sánchez Jaime Zuluaga Nieto Carlos Mario Perea Luís Ignacio Sandoval Álvaro Villarraga Hollman Morris Carlos Miguel Ortíz Juan Carlos Célis Manuel Guzmán H Álvaro Delgado Héctor Tico Pineda Carlos Medina G Alpher Rojas Carvajal |